lunes, 25 de junio de 2012

Crónicas de un viaje: Miedo

Tittle: "The Moon"
Pasé tanto tiempo en la oscuridad que había olvidado lo bella
que es la luz de la luna
(PH.: Car. Bono! 25 de Junio 2012) 




Anoche no pude dormir. Afuera hacia frío, el cielo está algo nublado pero había una luna encantadora que dormía entre las cordilleras. Algo me estuvo inquietando durante toda la tarde; un presentimiento, una premonición, una angustia mezclada con ansias y nervios de repente me invadió y se instaló aquí, en el medio de mi pecho. No sé, fue algo raro. Son las 3:07 AM de un Lunes 25 de Junio, me encuentro escribiendo estas lineas y estoy sufriendo uno de esos viejos ataques de insomnio, se me vinieron muchos pensamientos asociando a qué se debería este ataque de ansiedad pero nunca pensé que sería hace unos minutos atrás por un mensaje tuyo. Tenía una vaga corazonada, sabría que tendría noticias tuyas, no era nada definido pero esa luz titilante de este mensaje no la espera (no aún). ¿Por qué? ¿Por qué volves?


Aún tengo intacta en mi memoria aquella tarde en el Sur Patagonico, fue muy extraño ese reencuentro no esperado. Rumiaba mis penas sentada a orillas del gran Lago Puelo cuando, de pronto escuche tu voz, muy clara, muy patente, que me nombró con el susurro del viento; en ese momento estaba pensando en vos, por eso lloré, por eso me encontraste llorando. Cuando te acercaste, tocaste mi hombro y abrí mis ojos empapados en un mar de lágrimas que corrían con el curso del lago y te vi, se me congeló el alma pero me pasó algo que hacía años no sentí por alguien: pude volver a sentir el latido de mi corazón. De este corazón negro que late tan fuerte ahora como aquella tarde. Recuerdo como estabas vestido. Recuerdo tu pelo enrulado suelto. Recuerdo que te sentaste a mi lado y te quedaste callado mientras yo, estúpida y egocéntrica, intentaba negar que estaba llorando. Recuerdo ese dulce aroma que emanaba tu pipa a tabaco de cereza negra quemado. Recuerdo el roce involuntario de nuestras manos y como tus ojos estaban de ese color celeste que a mi tanto me enamoraron. De esa charla que nos dejó más confundidos de lo que ya estábamos.


Estamos destinados a cruzarnos pero en ese cruce, hay confusiones de sentimientos, de recuerdos de tardes y noches compartidas, de siestas y algunas peleas... De tantas cosas que nos quedaron pendientes que no recuerdo porqué terminamos tan mal: como enemigos de grandes egos, como dos extraños muy bien conocidos ¿Por qué volves? ¿Por qué permito que regreses como un fantasma imperfecto al que no le tengo miedo? ¿Por qué siempre que te recuerdo, apareces? ¿Por qué te amé tanto? Ese amor que fue sangre, por el que derramé mi sangre y morí en vida pero al verte, es como si me volviera el alma al cuerpo. No. No puedo dejar que vuelvas a entrar. No puedo pero quiero. Esa dualidad de amor/odio que te tengo es más fuerte que mi cabeza pero la charla de aquella tarde que duró muchas horas, me hizo a pesar de mi tristeza tanto bien. Tenía esas ganas de verte que pensé que estaba soñando hasta que me acariciaste la cara. Fue real hasta que la luz de la luna se reflejó en tus ojos y me huí.


Huír es lo hago últimamente, hasta huyo de vos, por miedo, porque no quiero salir más lastimada, porque te amo desde el primer día que te ví, porque tenemos egos tan grandes que siento que he vuelto a encontrar nuevamente a mi contrincante.




















"No revivas lo que dejaste morir..."
[CB -  25 de Junio 2012]

No hay comentarios:

Publicar un comentario